Sep 16, 2024
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Discurso del Pte. de FISFE Javier Martin en el Almuerzo Industrial – Roldán, 13 de Septiembre de 2024

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Autoridades Nacionales, Provinciales, UIA y de las demás entidades empresarias y sindicales que nos acompañan. Industriales colegas y amigos, señoras y señores.

Quisiera agradecer en primer lugar al Ministerio de Desarrollo Productivo por su apoyo, a Unempir y Unirr, entidades anfitrionas, a Román Guajardo, presidente de UNIR y miembro del Comité Ejecutivo de FISFE, y a todo el equipo de trabajo que, junto con apoyo de la Municipalidad de Roldán, asumieron el desafío de organizar este almuerzo que hoy es un éxito total, con más de 1000 industriales y representantes de los diferentes sectores de la actividad productiva provincial.

La Federación Industrial de Santa Fe representa a un diversificado sector industrial que produce el segundo PBI industrial de la Argentina, con más de seis mil pequeñas, medianas y grandes empresas que emplean a más de 140.000 trabajadores de forma directa y cerca de 350.000 de forma indirecta a lo largo y ancho de la provincia, dando vida a cada una de las ciudades y pueblos del interior productivo de Santa Fe, generando una variada oferta de bienes y servicios industriales para el mercado interno y el mundo: alimentos y bebidas, acero, productos metalúrgicos y metalmecánicos, maquinaria agrícola, prendas de vestir, calzado, sustancias químicas, muebles y colchones, vehículos automotores y carrocerías, productos de plásticos y de caucho, papel, maquinarias, manufacturas de todo tipo, software, instrumentos electrónicos para el agro y la industria, entre otros.

En este momento la industria atraviesa una situación difícil y compleja, lo sabemos todos. En lo que va del 2024, acumula una disminución del 9,7%. A pesar de ello, el sector industrial mantuvo la mayoría de los puestos de trabajo, demostrando una vez más su gran responsabilidad social. En ese difícil contexto, valoramos los esfuerzos para reducir el gasto público, alcanzar el equilibrio fiscal y reducir la inflación, pues todo ello promueve la estabilidad macroeconómica y genera mayor previsibilidad. Sin embargo, una estrategia de desarrollo nacional requiere ir más allá de lo fiscal. Los desafíos que enfrentamos demandan consensos básicos acerca del modelo de país que debemos construir. De esta situación tan complicada, se sale con más desarrollo con inclusión social. Seamos claros: la única solución de fondo para la pobreza estructural en nuestro país es producir más y generar más empleos.

Desde Santa Fe podemos hacer mucho en ese sentido. Nuestro gobernador lo ha dicho en cada uno de sus discursos: Santa Fe tiene ADN productivo, tenemos al campo, la industria y el comercio, universidades, institutos de investigación, ciencia y tecnología, que son fuentes de innovación aplicada a la producción, contamos con más de 60 áreas y parques industriales y tecnológicos. Y tenemos, además, a un estado provincial presente que trabaja junto al sector privado con un Norte muy claro: la producción con valor agregado como fuente de empleo y desarrollo.

Los industriales santafesinos estamos convencidos de que ese es el camino y, más allá de la preocupante situación actual, preferimos levantar la mirada, enfocarnos en las oportunidades que se nos presentan y trabajar muy fuerte en mejorar nuestra competividad en varias dimensiones. En primer lugar, el cambio tecnológico, rápido y disruptivo, impaacta en todas las actividades humanas, en especial las productivas. Los avances tecnológicos, la inteligencia artificial y demás innovaciones están cambiando todos los modelos de negocios. En ese contexto, el gran desafío es considerar al cambio tecnológico no como una amenaza, sino como una gran oportunidad para repensar nuestras organizaciones y afrontar la transformación digital necesaria para aumentar la eficiencia de nuestras operaciones incorporando tecnologías digitales en los procesos y en los productos. Resulta estratégico que podamos apoyar y articular dicha transformación con el programa Tecnoindustria del gobierno de Santa Fe, la asistencia financiera a través de líneas especiales y el apoyo tecnológico de la Agencia Santafesina de Ciencia, Tecnología e Innovación.

En segundo lugar, la industria santafesina debe consolidar las cadenas de valor estratégicas actuales como la agroindustria, el sector metalmecánico, del conocimiento y de la biotecnología. Pero, además, debemos aspirar a proveer a nuevos sectores con un gran potencial de crecimiento. Por ello, en la mesa del Gas, Petróleo y Minería reunimos a más de 200 empresas que ya están proveyendo o tienen el potencial de ofrecer sus productos y servicios industriales a los proyectos existentes o a los nuevos proyectos que vendrán en esos mercados. El apoyo del gobierno provincial facilitando la participación de nuestras industrias en ferias y exposiciones ha sido fundamental.

En tercer lugar, debemos incrementar la cantidad de empresas que exportan y el valor agregado de nuestros productos. Todos debemos considerar a la exportación con valor agregado como un objetivo prioritario. Debemos trabajar en conjunto el sector industrial y las instituciones agropecuarias para promover la conversión de proteína vegetal en proteína animal y en biocombustibles para incrementar el valor medio de la tonelada exportada. Santa Fe tiene un enorme potencial para ello, especialmente en el centro norte de la provincia donde muchas veces el valor del flete del grano a puerto se lleva gran parte del margen. La industrialización de esas materias primas en sus localidades de origen aportaría al arraigo territoriale incrementaría la oferta laboral para nuestros jóvenes. También son muy importantes los programas de asistencia técnica y comercial, como el programa In Company, para facilitar la participación de empresas santafesinas en ferias internacionales y la conquista de nuevos mercados. El reciente Santa Fe Business Forum organizado por el gobierno de la provincia ha sido una herramienta fundamental para promover nuestras empresas y nuestros productos a más de 300 compradores del exterior. De hecho, con gran orgullo podemos confirmar que ya se han concretado las primeras ventas de frigoríficos santafesinos a Portugal fruto de las rondas de negocio organizadas en dicho evento. Esperamos que podamos repetir esta iniciativa todos los años.

La cuarta dimensión estratégica en la búsqueda de competitividad industrial es la sustentabilidad de nuestras empresas. Hoy la producción de triple impacto: económico, social y ambiental es un mandato para nuestras industrias en un mundo donde la economía circular resulta no solo deseable moralmente, sino, además, una muy buena oportunidad de nuevos negocios. Debemos remarcar el trabajo que venimos desarrollando junto al ministerio de desarrollo productivo y el ministerio de medio ambiente para avanzar con un criterio constructivo hacia estándares de operación cada vez más sustentables.

Hasta aquí hablamos de cómo los industriales podemos mejorar nuestra competitividad interna o intramuros, pero con eso no alcanza. Toda la eficiencia que ganamos intramuros puede quedar neutralizada muchas veces por factores externos o extramuros, factores que debemos trabajar en conjunto con los gobiernos municipales, provincial y nacional. Tanto la provincia como los municipios pueden ser más amigables con la producción eliminando la burocracia innecesaria, utilizando ventanillas únicas y agilizando y digitalizando trámites para facilitar el día a día de las empresas. Así como las empresas privadas entendemos que la transformación digital es vital para nuestra competitividad, el estado debe avanzar por un camino similar para incrementar la competitividad del sector público.

El costo logístico de quienes producen en el interior es muy superior al de competidores de otros países, costo que se ve incrementado por la falta de mantenimiento de las rutas nacionales por donde circula la producción. Se debe canalizar la inversión pública hacia obras que faciliten la producción y reduzcan costos de logística, en especial el desarrollo del transporte por camiones bitrenes, el ferrocarril y la hidrovía. En este punto, necesitamos que la provincia defienda a la producción santafesina a nivel nacional en los organismos donde se discutan las políticas que impactarán en nuestros costos de logística. No podemos permitir que se continúen decidiendo cuestiones críticas para la producción santafesina detrás de un escritorio en CABA, sin conocimiento del territorio ni de nuestras necesidades.

3) La presión tributaria actual termina sofocando la actividad productiva, lo que fomenta la informalidad comercial y la precarización del empleo. Existen demasiados impuestos a nivel nacional, provincial y municipal, sumados a la carga burocrática y financiera por la maraña de declaraciones juradas que presentar, retenciones interprovinciales cruzadas, saldos a favor imposibles de cobrar. Todo esto, en conjunto, eleva el nivel de informalidad por encima del 40%, y provoca que el componente impositivo de los productos de fabricación nacional supere el 30%. En estas condiciones, resulta muy difícil exportar y competir con empresas de países como China, India o Brasil, que a menudo reciben subsidios directos e indirectos para fomentar sus exportaciones.

4) El sistema tributario actual es el resultado de modificaciones parciales superpuestas a lo largo de los años, que debe revisarse si se pretende alcanzar un equilibrio federal, social y productivo. Para ello, debe promoverse una discusión sobre el sistema tributario para mejorar la equidad en tres dimensiones. La primera dimensión es la relación Nación vs. provincias, ya que el interior del país genera recursos que se transfieren a la Nación, pero luego no recibe a cambio las obras de infraestructura que necesita. En segundo lugar, se debe garantizar equidad para el sector productivo, que enfrenta impuestos distorsivos como las retenciones a la exportación, las cuales se aplican sin tener en cuenta los márgenes operativos o los costos involucrados. Finalmente, es crucial lograr equidad dentro de la provincia, donde observamos un aumento sostenido en la creación de tasas y contribuciones municipales que incrementan la carga fiscal sin ningún servicio adicional. Debemos evitar que aquellos recursos que no llegan desde Nación sean reemplazados por nuevos impuestos provinciales o locales, ya que al duplicar la carga tributaria se perjudica gravemente la competitividad de las empresas. En cuanto a ingresos brutos, valoramos el compromiso del gobierno de mantener la estabilidad fiscal y fomentar un ámbito de discusión y consenso a través de la comisión tributaria provincial.

5)Otro capítulo importante es la infraestructura para el desarrollo sobre la que se apalanca la producción provincial. El Estado tiene asignado un rol fundamental en la orientación y priorización de las obras con un criterio federal de desarrollo. Apoyamos el proyecto de Parques Productivos, y proponemos que se discuta un Máster Plan Provincial a partir de las necesidades de infraestructura productiva relevadas con el fin de asignar un fondo presupuestario plurianual.

6) En lo relativo a energía, la industria requiere de energía eléctrica y gas en cantidad, de calidad y a un costo razonable. Celebramos la construcción de los gasoductos Gran Santa Fe, Gran Rosario y Regional Centro II que llevarán un insumo crítico para la producción a los centros de consumo y el reciente anuncio de 6 gasoductos regionales más. Con respecto a energía eléctrica necesitamos continuar con el trabajo que venimos realizando junto con la Secretaría de Energía en cuanto a las energías renovables y la promoción de los biocombustibles. Para ayudar a la financiación de las obras eléctricas necesarias, proponemos evaluar  alternativas de fondeo a largo plazo de la EPE y transformar el Fondo de Electrificación Rural en un Fondo de Electrificación Productiva, para así proveer la energía eléctrica que demanda el crecimiento y la expansión de todo el sector productivo provincial. Para todo lo anterior es indispensable contar con un marco regulatorio de energía que contemple la estrategia energética provincial, junto con el correspondiente ente regulador.

7)Un punto que genera gran preocupaciónn en la provincia son los costos laborales vinculados con la industria del juicio. No puede ser que un juicio laboral lleve entre 5 y 10 años, tiempo en el que las actualizaciones e intereses terminan en sentencias impagables que muchas veces llevan a la quiebra de las empresas. En ese sentido, proponemos aunar esfuerzos en conjunto con el Ministerio de Trabajo y la Justicia provincial para implementar algún mecanismo de negociación administrativa previa a la instancia judicial con el fin de reducir la litigiosidad

laboral judicial, los tiempos involucrados y la carga sobre los juzgados laborales.

8) La educación pública ha posibilitado históricamente la inclusión, el crecimiento y el ascenso social de nuestra gente, además de la calificación de nuestro capital humano. Por ello vemos con preocupación el desfinanciamiento nacional al sistema educativo universitario. La función del Estado en la fijación y cumplimiento de políticas educativas modernas y efectivas es indelegable, y debe ser cumplida con una visión federal e inclusiva de todo el territorio nacional y provincial. En ese terreno, valoramos el Programa Impulsa de formación acorde a

la demanda sectorial y perfiles territoriales, y el trabajo que estamos realizando en nuestra Comisión de Educación junto al Ministerio de Educación para mantener y fortalecer las prácticas profesionalizantes como herramienta de vinculación entre la escuela secundaria y la industria, además de complementar la inserción formal posterior con programas para incentivar el primer empleo. De igual manera, apoyamos la necesaria revisión de la propuesta educativa provincial, especialmente la técnica, en todos sus niveles, para conectarla con el

mundo laboral actual y para actualizar las capacidades de los docentes de las escuelas técnicas con el fin de que conozcan y comprendan las dinámicas industriales actuales.

9) Asimismo, en la provincia de Santa Fe se han desarrollado capacidades en investigación, ciencia y tecnología que representan una oportunidad histórica. Todos los países industrializados invierten en innovación científico-tecnológica.  En Santa Fe contamos con una configuración de factores en las diferentes regiones donde se combinan institutos técnicos, universidades, delegaciones del CONICET, INTA, parques industriales, parques tecnológicos y clústers TICS. Lamentamos los recortes presupuestarios al sistema científico-tecnológico

nacional y el cierre de las oficinas del INTI Reconquista y Santa Fe, todo ello va en contra de la dirección deseada. Entendemos que se deben propiciar políticas que fomenten la investigación y desarrollo, porque ello redunda en más agregado de valor, exportaciones y empleo calificado. Es muy importante el trabajo que está llevando a cabo la Agencia Santafesina de Ciencia Tecnología e Innovación mediante el apoyo financiero y técnico a programas de innovación tecnológica aplicados a la producción.

10) En cuanto a financiamiento, resultan claves las herramientas financieras orientadas a fondear proyectos de inversión productiva, ya sea a través de la banca pública nacional, el mercado de capitales provincial, líneas específicas del Nuevo Banco de Santa Fe o del CFI. En tal sentido, valoramos las líneas de asistencia financiera para distintos sectores productivos con subsidio de tasa del gobierno provincial, complementadas con el fondo de garantía provincial para la calificación y asistencia crediticias a Pymes Santafesinas. De igual manera, se

deben fortalecer las agencias de desarrollo regionales, ellas cumplen un rol importante en el desarrollo del ecosistema emprendedor ofreciendo financiamiento y capacitación orientados al desarrollo de nuevos proyectos productivos no cubiertos por la banca comercial.

11) Considerando que el gobierno es uno de los mayores compradores en la provincia, apoyamos la actualización de la Ley de Compre Santafesino para que cumpla plenamente con su objetivo de que, a igualdad de condiciones, se promueva la compra estatal de producción santafesina. Estamos en contacto con legisladores provinciales para aportar nuestras sugerencias en este sentido.

12) Como complemento de los puntos anteriores, necesitamos una ley pyme que facilite la creación de nuevas empresas, que promueva las inversiones productivas del sector que más ha invertido en las últimas décadas, que simplifique la administración fiscal y previsional y que le reduzca los costos a todo el sector pyme, sector responsable por la generación de más del 80% de los puestos de trabajo en Argentina. FISFE ha trabajado dentro de UIA en un proyecto de Ley Pyme que se discutirá en el Congreso Nacional en breve y aspiramos a generar con nuestros legisladores el consenso necesario para su aprobación.

13) Para finalizar el tema competividad, especialmente pensando en las exportaciones, se debe evitar que el tipo de cambio quede retrasado de manera continua y sostenida con relación al incremento de los costos internos, puesto que ello implica costos de exportación en dólares más altos, con la consiguiente pérdida de competitividad frente a competidores de otros países. Dejamos este punto para el final, como muestra de que la no es el prioritario, aunque juega un papel preponderante a la hora de generar competitividad sistémica al sector

exportador. Y bajo la consigna de que “Provincias fuertes y productivas hacen un país fuerte y

productivo”, en Santa Fe todos los sectores productivos y el sector público debemos trabajar juntos para alcanzar ese objetivo. Tenemos que mostrarle a nuestra gente que, hoy más que nunca, vale la pena apostar por un producto nacional, vale la pena comprar en un comercio local, vale la pena invertir en nuestro pueblo o en nuestra ciudad, vale la pena trabajar nuestros campos y generar materias primas  para nuestras industrias. Porque solo así tendremos mejores escuelas, más hospitales, mejor seguridad, más empleo genuino. Solo así podremos sacar a nuestros chicos de la calle y a nuestra gente del horrible flagelo de la desocupación y la pobreza. Sin la producción privada no hay trabajo, y sin trabajo no tenemos

salida.

No quisiera concluir sin antes agradecer a Sol, Florencia y a mis colegas industriales que acompañan en la conducción de esta Federación. Son muchísimas las horas que le destinamos a esta hermosa actividad gremial empresaria, robándole tiempo a nuestras familias y empresas, no solo para cuidar del normal funcionamiento de nuestra institución, sino también para cubrir las distintas representaciones que tenemos ante la UIA, CAME, cámaras, instituciones y organismos diversos. Un especial reconocimiento a FISFE Joven y las demás cámaras industriales jóvenes de la provincia. Ellos desarrollan un trabajo maravilloso aportando ideas nuevas a nuestras pymes, charlando con los chicos de las escuelas secundarias para incentivar a nuevos emprendedores, y viajando muchísimo a lo largo y ancho de la provincia para atraer y formar a nuevos dirigentes industriales. También me gustaría destacar la labor realizada por nuestra comisión de educación, tan comprometida con la

formación de nuestro capital humano, y la de género y diversidad por resaltar y expandir el rol de la mujer en la industria, generar condiciones igualitarias de trabajo y promover la inclusión en nuestras empresas. Muchas gracias también al resto de las comisiones: Energía, Biocombustibles, Medio Ambiente, Tributaria, en fin, gracias a todos.

Con nuestro silencioso trabajo, en FISFE aportamos día a día para que tengamos en la provincia un sector industrial fuerte, competitivo y en crecimiento. Esa ha sido nuestra posición histórica: defendemos a la industria nacional. Por eso, desde FISFE les decimos a todos: ¡cuenten con nosotros! Porque en FISFE estamos convencidos de que la industria nacional es fuente de trabajo genuino y calificado, es innovadora y creativa, paga sus impuestos, produce con calidad y, a pesar de todas las dificultades, es competitiva y continúa invirtiendo y confiando en el futuro de nuestra provincia y en el futuro de nuestro país.

¡Muchas gracias y a disfrutar de este encuentro!